viernes, 3 de diciembre de 2010

El secreto está en el ársenico



Arsénico por compasión fue una de las mejores películas del gran cineasta Frank Kapra. Y de esto va la siguiente noticia. La NASA aseguraba a principios de esta semana que iba a dar una noticia que revolucionaria la búsqueda de vida extraterrestre. Muchos portales de Internet se lanzaron a publicar diversas especulaciones al respecto como que por fín se confirmaría la existencia de vida extraterrestre. La noticia de la agencia americana no ha resultado ser tan espectacular pero abre un amplísimo campo de investigación para la astrobiología. Los científicos han descubierto vida donde se creía que la propia composición química de este medio era incompatible con los procesos metabólicos indispensables para la vida. El medio en cuestión es el arsénico, potente veneno letal tan y tan usado por los envenenadores en serie o los asesinos a sueldo. El arsénico a juzgar por los recientes descubrimientos puede albergar vida. Sus habitantes serían unas bacterias que no sólo vivirían en este veneno sino que podrían también reproducirse. Esta noticia es una verdadera revolución porque hasta ahora solo se había buscado vida en los medios que contenían elementos que según parecía eran indispensables para ella. Es decir hidrógeno, fósforo, carbono, nitrógeno, oxígeno y azufre. Por lo tanto ahora se amplía el abanico para incluir otros elementos como el arsénico.
La búsqueda de vida en otros planetas se está convirtiendo en una de las prioridades de las agencias espaciales y centros internacionales de gran prestigio como el Centro De Astrobiología de Torrejón De Ardoz. Según la ecuación de Drake podría a haber relativamente cerca de nosotros hasta 10 civilizaciones detectables y es que si tenemos en cuenta el inmenso tamaño del cosmos buscar vida en otros planetas estadísticamente no es nada improbable. A partir de ahora planetas que aparentemente quedaban descartados por sus inhóspitas condiciones tendrán que ser estudiados en profundidad. Por ejemplo Venus, la diosa del amor esconde en su interior una atmósfera venenosa y letal que hacía imposible la vida. Los científicos seguirán mirando a las estrellas e investigando si estamos o no solos y si Steven Spilberg fue un visionario o simplemente fue imaginación.

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